Laura vino a trabajar un vínculo que no comprendía, el de su amigo Pablo. Un vínculo lleno de emociones densas de por medio, como enojo de su parte y culpa de parte de él. Pero ninguno de los dos sabía porque se sentían así, ni de donde venían.

Apenas ella entró en otro tiempo y otro lugar, se vió corriendo por un campo de flores, usaba un vestido azul que denotaba un momento muy antiguo, “como esos de películas de época” decía. Cuando miró para el costado, reconoció a su amigo Pablo, pero tenía otro aspecto y otro nombre en esa vida.

Empezó a sentir en su cuerpo todo el amor que tenía por él. Que en ese momento eran pareja, pero a escondidas, ya que él tenía familia y su relación con Laura era paralela. Ella sentía en su cuerpo la mezcla de amor con tristeza.

En un momento, Pablo decide terminar su vínculo con Laura. Ella empezó a sentir cómo todo ese apego que sentía por él, le jugaba en contra sin saber cómo manejar la situación, al punto que decide terminar con su vida.

Sintió como todas estas emociones que no pudo gestionar quedaron encapsuladas y listas para acompañarlas en sus vidas siguientes, incluida la actual.

Una vez reconocido ésto, y entendiendo desde dónde venían estas emociones, Laura pudo soltar este enojo y tristeza que la acompañaban, y mejorar su vínculo con Pablo en la actualidad.

Luego de un mes, volvimos a encontrarnos y me comentó que además, esta regresión la ayudó a entender que en la actualidad, se estaba vinculando con sus parejas desde la necesidad de ser amada, con miedo a que la dejen y no desde el amor genuino. Entonces no solo la ayudó con su vínculo con Pablo, sino en sus relaciones en general.

Gracias Laura por permitirme compartir tu historia, para que le llegue a quien le tenga que llegar.